Después de unos meses sin escribir... evo me! Vuelvo a la carga, a dar uno poquito la matraca con mis rollos... Que han sido bastantes en los últimos meses...

Resulta que nuestro casero, Dragan, con cierta afición a la bebida, a finales de verano se divorció y, como no tenía un techo bajo el que cobijarse, decidió venirse a vivir con nosostros, en realidad, su casa, a una habitación donde se instaló... Nosotros, a pesar de no haber sido una convivencia incómoda, si no tan sólo falta de intimidad, decidimos buscarnos otro lugar donde vivir... Y la primera casa que vimos, nos la quedamos! Una casa estupenda, con un estilo muy particular, porque es particularmente hortera, pero agradable y completa... Así que no hay mal que por bien venga!

Por otro lado, nuestra querida compañera Pita, Pituska, Petronila, la más linda y amorosa perrita de estos parajes, ya no está con nosotros... Para todos aquellos que no la habéis conocido, su ausencia no es muy significativa, pero para nosotros el vacío que ha dejado es inmenso siendo una cosita tan pequeña... Un día pasó un coche y la destrozó, a la pobrecita... Hicimos todo lo que pudimos pero ya no se podía hacer nada y así, sin más, nos sorprendió la muerte, espontánea, irreversible, fría...

Pitita era una perra muy especial, todos los que hemos vivido con ella lo sabemos, con sólo 3 meses daba sus dos patitas, se sentaba, traía el cacharro de la comida, hacía equilibrios, era muy simpática, jugaba con todos los perros, corría como una loca, era cariñosa y dulce, tierna, muy lista, listísima.. y bella, con sus manchitas blancas en patitas, cuello y punta del rabo... pravi pas!

pero así es la vida y uno, sin esperarlo, desaparece... se desvanece, se queda en la nada del mundo tangible y pasa a un estado inexpicable y todavía incomprensible...

Un ole por Pita, la más bonita!