Comencemos con la narración del viaje...
El punto de partida era Madrid y esperábamos alcanzar el destino, Mostar, en aproximadamente una semana..
Contábamos (y seguimos contando, y dando gracias) con un vehículo motorizado del año 87 con el cual alcanzamos una media de unos 60-70 km/h y nos esperaba por delante un recorrido de unos 2600 kilómetros, de los cuales, su mayoría serían en carreteras que estuvieran a nuestra altura, o más bien por carreteras en las que pudiéramos llegar a la velocidad mínima para no resultar un peligro...
Dadas estas circunstancias, el lunes 22 de marzo de este año 2010 salimos con la casita a cuestas...

Día 1
19 horas, Aravaca, Madrid... Tomamos la A-2... Vamos por el kilómetro 35 cuando ¡vaya, hemos olvidado el edredón! Considerando que es lo suficientemente importante por ser lo único con lo que podremos taparnos, volvemos al punto de partida...
21,30 horas, Aravaca, Madrid... Montamos el edredón y ahora sí, la A-2 es nuestra y todo va bien, la Vanette responde, cuesta arriba algo más lenta, cuesta abajo igual adelantamos algún camión... Ésta sería la tónica del viaje...
Después de unos 400 km, paramos por la zona de Pina del Ebro al lado de una iglesia desde donde se oían continuamente las avalanchas de camiones que iban por la N-II...

Día 2
Continuamos ruta por la mañanita... Yo, con mi energía matutina y con ganas de hacer de todo, y Miki con su cara hinchada de despistado, medio dormido sentado de copiloto sin mediar palabra y queriendo asesinarme porque voy super emocionada cantando con la música a todo volumen... Por lo menos ahora no le hablo mucho...
Dirección Lleida, pasamos Vic, Ripoll disfrutando del paisaje verde y montañoso del interior de Cataluña... Paramos a comer debajo de un puente unas deliciosas judías con ajo y tomate que nos persiguieron durante la jornada...
Dejamos atrás el último pueblo de Cataluña y vamos por una carreterilla de montaña donde todavía quedan restos de nieve dispuestos a cruzar a Francia cuando a, unos 3 metros de la frontera, nos para un coche de la guardia civil y se bajan dos chicos jóvenes, tomando distancia al salir del coche y rodeándonos...
Nos piden la documentación y que abramos el maletero... Mientras Miki les abre la puerta, muy sutiles (debido a que ya habían comprobado los apellidos vascos de Miki por radio antes de pararnos como luego nos comentó uno de ellos) le preguntan si tiene familia, contactos o amigos "por el norte"...
Después de quedar extasiados tras la apertura de la furgo y de ver nuestra carga, uno de ellos se va a comprobar la documentación y el otro se queda de charla con nosotros.. Le comentamos que ya nos habían parado un par de veces en Madrid porque, por lo visto, habían robado un furgón-vivienda "unos de la ETA".. Nos devolvió la hazaña contando que hacía unas semanas habían parado justo "unos de la ETA" unos compañeros suyos sólo unos kilómetros más abajo... El muchacho se veía con ganas de compartir unas palabras, un chico joven, de Jaén que le gustaba estar tranquilo, muy amable y que yendo una vez hacia su pueblo escuchó un programa en la radio sobre publicistas y sabía que la cosa estaba difícil... ¿Y os vais a Bosnia? ¿A qué? ¿Por trabajo?...
Cruzamos la frontera y comienza una zona de montañas inhóspitas... No hay vida entre estas fronteras, entre estos límites absurdos que marcan una lengua, una historia, una cultura...
Seguimos unos kilómetros más, ya de noche, y llegamos a un pueblecillo francés donde pasamos la segunda noche en una callejuela plagada de amplias casas aristocráticas... Issanka...

Día 3
Gigean, Narbone, Beziers, Montpellier, Arles, Istres por carreterillas secundarias donde todo es encantador a través de esos pueblecitos franceses de la Provenza que rebosan quesos, vinos, frutas, verduras, casas de piedra y praderas verdes que parecen de algodón..
Llegamos a Marseille... Ohlala, la grande ville!!! Subimos a Notre Dame de la Garde desde donde percibimos la inmensidad de la gran ciudad, edificios amplios de casas pintadas en tonos pastel amontonados unos sobre otros, anchas vías, contraventanas de colores, comercios a pie de calle, boulangeries por todos lados, la catedral, el puerto, el mar...
Vamos por una carretera pequeñita tortuosa entre montañas que lleva a Cannes y nos desviamos por una camino que sale de esta carretera para dormir en el Bosque comunal de l'Esterel, cerca de Frejus... Es de noche pero esta zona montañosa parece una maravilla que descubriremos por la mañana... Estamos en la montaña Vinaigre... Dejamos la furgo en una esplanada pero, en mitad de la noche, el viento es tan fuerte que nos despierta zarandeando la furgo de un lado a otro, parece que se nos va a caer el techo, los golpes son atronadores... Nos movemos en medio de la noche a una zona más resguardada...
Día 4
Nos despertamos en medio de un bosque de árboles como el alcornoque, cuya corteza está marcada irregularmente por vetas blancas, o el eucalipto con troncos grises blanquecinos y lisos... Unos matorrales con pequeñas bolitas blancas desprenden un olor dulce y suave... Al fondo, tras las montañas que dibujan formas discontinuas y entrecortadas, aparece confuso entre niebla y nubes, el mar...
La Cote d'azur, con su espléndido color de mar...
Atravesamos Cannes pasando por una zona de casonas señoriales...


Yendo por la carretera que va pegada a la costa, de pronto entramos en Mónaco. Quedamos totalmente sorprendidos porque este lugar es una aglomeración de edificios apiñados y estrujados que crecen hacia arriba en unos pocos kilómetros cuadrados en las faldas de una montaña donde se mezclan la arquitectura de palacetes neoclásicos con la moderna de edificios de cristal...Se ven lujosos coches y barcos en el puerto... Los edificios son tan altos que parecen tener infinitos pisos... Hay mucho verde y las rocas llegan hasta el mar, por lo que no hay casi playas...
Siempre había pensado que en Mónaco toda la gente sería guapa y elegante, estilosos como ellos solos.. Sin embargo, para mi decepción y con letra pequeña, se ve sobre todo gente fea y sin estilo... Aunque hemos conocido al auténtico gigoló de Mónaco... Un cincuentón con un tono de piel de cangrejo a la parrilla va paseando por la calle con desaire y lanza un beso por el cristal de una cafetería con un estilo único, así pensaba yo que serían todos en Mónaco!



Seguimos camino Venecia, llegamos ya de noche a Trieste... Entramos en Eslovenia por el sur así que atravesamos un trocito y en seguida pasamos a Croacia, ya estamos fuera de la Unión Europea, ahora sí hay controles entre fronteras y no hay euros aunque están presentes en cualquier transacción si uno lo desea...
Nos dirigimos a la costa del norte de Croacia en la península de Istria... Esta es la parte de Croacia más indrustializada y suculenta, también la más cercana a Italia... Croacia es un pais bastante próspero... Tomamos la carretera de la costa tras pasar Rijeka (Fiume en italiano), llena de pueblecillos pequeños al borde del mar... Pasamos la noche en uno de ellos, Bakarac, al lado de un cementerio... No nos decimos nada el uno al otro por si acaso al otro le da mala espina aunque los dos nos hemos dado cuenta...


Yendo por la carretera que va pegada a la costa, de pronto entramos en Mónaco. Quedamos totalmente sorprendidos porque este lugar es una aglomeración de edificios apiñados y estrujados que crecen hacia arriba en unos pocos kilómetros cuadrados en las faldas de una montaña donde se mezclan la arquitectura de palacetes neoclásicos con la moderna de edificios de cristal...Se ven lujosos coches y barcos en el puerto... Los edificios son tan altos que parecen tener infinitos pisos... Hay mucho verde y las rocas llegan hasta el mar, por lo que no hay casi playas...
Siempre había pensado que en Mónaco toda la gente sería guapa y elegante, estilosos como ellos solos.. Sin embargo, para mi decepción y con letra pequeña, se ve sobre todo gente fea y sin estilo... Aunque hemos conocido al auténtico gigoló de Mónaco... Un cincuentón con un tono de piel de cangrejo a la parrilla va paseando por la calle con desaire y lanza un beso por el cristal de una cafetería con un estilo único, así pensaba yo que serían todos en Mónaco!

Vemos muchos coches de alto rango con matrícula de Francia, algunas de Italia y de repente coches con matrículas de lugares tan lejanos como Finlandia, República Checa o Lituania...
Y ¿dónde está el palacio de los príncipes que regentan el lugar?
Después hemos descubierto que éste es el segundo país más pequeño del mundo después del Vaticano. Y efectivamente, algo raro pasa. En 2 km cuadrados viven unas 33.000 personas de las cuales alrededor del 84% son extranjeros ricos porque este lugar es un paraíso fiscal...
De pronto volvemos a estar en Francia pero ya estamos llegando a Italia... Al cambiar de país, cambia sorprendentemente el paisaje, la arquitectura, la vegetación, además de la lengua y los rasgos de las personas... Ahora las palmeras adornan las avenidas y carreteras y aparecen por aquí y por allá.. Abundan pinos y eucaliptos... Y, aunque sigue habiendo casa de colores, el estilo no tiene nada que ver. De casas señoriales hemos pasado a modestas y sencillas casas que se amontonan en las laderas de estas montañas que se hunden en el mar... La zona de San Remo está plagada de invernaderos en sus laderas interiores...
Ahora cogemos la autopista, se nos va a hacer de noche y queremos adelantar un poco de camino. Esta autopista es grandiosa, atraviesa los alpes, se eleva entre túneles y puentes inmensos y hay muchísimo viento, además de que los coches parecen volar mientras nosotros tratamos de no volar de verdad...
A la derecha, se divisan las aglomeraciones urbanas; unas lideran una cima mientras otras se desparraman en un valle entre montañas y trepan por las laderas... A la izquierda, perdidas entre valles y montañas, se ven algunas luces.. Y siempre una iglesia iluminada acompaña a cada grupo de casillas...
Hileras de luces lejanas dibujan las cimas y formas de las montañas, o de lo que el ser humano crea sobre ellas para poder vivir...
Estamos recorriendo un gran camino por autopista, pasamos Genova, Alessandria, Milano, Brescia... Y nos paramos por Desenzano, buscamos sitio para dormir y nos metemos por un camino que parece una zona de campos de cultivo y ganado...
Día 5
Por la mañana afirmamos que estamos entre fincas inmensas a un lado del camino... A nuestro alrededor todo es insólito y dudamos si ir hacia la izquierda o hacia la derecha... Yo digo que izquierda y Miki que derecha... Como conduzco yo, muy decidida me voy por mi camino cuando, al intentar esquivar un charco, meto la furgo en un campo, literalmente, de mierda... O alguien nos ayuda o será imposible sacar la furgo de ahí, además estamos en reserva...
Después hemos descubierto que éste es el segundo país más pequeño del mundo después del Vaticano. Y efectivamente, algo raro pasa. En 2 km cuadrados viven unas 33.000 personas de las cuales alrededor del 84% son extranjeros ricos porque este lugar es un paraíso fiscal...
De pronto volvemos a estar en Francia pero ya estamos llegando a Italia... Al cambiar de país, cambia sorprendentemente el paisaje, la arquitectura, la vegetación, además de la lengua y los rasgos de las personas... Ahora las palmeras adornan las avenidas y carreteras y aparecen por aquí y por allá.. Abundan pinos y eucaliptos... Y, aunque sigue habiendo casa de colores, el estilo no tiene nada que ver. De casas señoriales hemos pasado a modestas y sencillas casas que se amontonan en las laderas de estas montañas que se hunden en el mar... La zona de San Remo está plagada de invernaderos en sus laderas interiores...
Ahora cogemos la autopista, se nos va a hacer de noche y queremos adelantar un poco de camino. Esta autopista es grandiosa, atraviesa los alpes, se eleva entre túneles y puentes inmensos y hay muchísimo viento, además de que los coches parecen volar mientras nosotros tratamos de no volar de verdad...
A la derecha, se divisan las aglomeraciones urbanas; unas lideran una cima mientras otras se desparraman en un valle entre montañas y trepan por las laderas... A la izquierda, perdidas entre valles y montañas, se ven algunas luces.. Y siempre una iglesia iluminada acompaña a cada grupo de casillas...
Hileras de luces lejanas dibujan las cimas y formas de las montañas, o de lo que el ser humano crea sobre ellas para poder vivir...
Estamos recorriendo un gran camino por autopista, pasamos Genova, Alessandria, Milano, Brescia... Y nos paramos por Desenzano, buscamos sitio para dormir y nos metemos por un camino que parece una zona de campos de cultivo y ganado...
Día 5
Por la mañana afirmamos que estamos entre fincas inmensas a un lado del camino... A nuestro alrededor todo es insólito y dudamos si ir hacia la izquierda o hacia la derecha... Yo digo que izquierda y Miki que derecha... Como conduzco yo, muy decidida me voy por mi camino cuando, al intentar esquivar un charco, meto la furgo en un campo, literalmente, de mierda... O alguien nos ayuda o será imposible sacar la furgo de ahí, además estamos en reserva...
En busca de ayuda, divisamos la finca más cercana y nos dirigimos a ella a ver si con un tractor nos pueden rescatar... Efectivamente, encontramos a un hombre muy amable... Nos acercamos para comentarle la jugada y Mike, completamente dormido y espeso, le dice "Ciao!" y comienza a mover los brazos como si estuviera conduciendo un volante gigante y le vuelve a hablar diciéndole esta vez, lentamente, "caaamión", como si estuviera hablando con un masai en medio de África... Tras la cara de atónito de nuestro nuevo compañero de fatigas, nos echamos unas risas y algo más despejados le explicamos la situación en un español con acento italiano, a ver si cuela... Nos entiende, nos intenta preguntar qué diantres hacemos por la zona y cómo hemos acabado en esta situación tan escatológica... Como todas las palabras bastan, le pregunta a su patrón si puede coger el tractor para ayudarnos, quien le responde que sí... Nosotros vamos yendo y, en el camino, nos recoge con un tractor gigante que cada rueda es más alta que yo... Nos subimos uno a cada lado del tractor, de pie, enganchados a las barras de los laterales del tractor... Nuestro salvador... Un indio de Punjab en una vaquería en medio de la campiña italiana.. Con un acento muy especial, nos cuenta que lleva 20 años en Italia y que su hermano vive en Barcelona.. Mientras nos cuenta esto, pasamos por varios grandes charcos que, sin vacilar, nuestro amigo pasa tranquilamente mientras nosotros nos llenamos de mierda desde los pies hasta las caderas... Con una cuerda, sacamos la furgo...
Continuamos la marcha con un insoportable olor a mierda, y paramos en la gasolinera más cercana, ponemos gasolina y nos cambiamos... Las ruedas tienen kilos de mierda que vamos expulsando a medida que rodamos... Paramos a comer en Verona...


Seguimos camino Venecia, llegamos ya de noche a Trieste... Entramos en Eslovenia por el sur así que atravesamos un trocito y en seguida pasamos a Croacia, ya estamos fuera de la Unión Europea, ahora sí hay controles entre fronteras y no hay euros aunque están presentes en cualquier transacción si uno lo desea...
Nos dirigimos a la costa del norte de Croacia en la península de Istria... Esta es la parte de Croacia más indrustializada y suculenta, también la más cercana a Italia... Croacia es un pais bastante próspero... Tomamos la carretera de la costa tras pasar Rijeka (Fiume en italiano), llena de pueblecillos pequeños al borde del mar... Pasamos la noche en uno de ellos, Bakarac, al lado de un cementerio... No nos decimos nada el uno al otro por si acaso al otro le da mala espina aunque los dos nos hemos dado cuenta...
Que equipo tan elegante el de "With Mostar, please". Cuantas andanzas y paisajes ¡don´t stop the ritmo!
ResponderEliminares un placer leeros...
ResponderEliminar¿No hay más? ¿Me estaré perdiendo algo? No se me desanimen y sigan contando. ¡Felicitaciones!
ResponderEliminarVaya fotografias,¡Magnificas!
Andreusca, miliko, Quiero saber más!!!!!
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